sábado, 31 de diciembre de 2011

¿Por qué son desconocidas las Jornadas de Fomento de la Investigación de la UJI?

El pasado 18 y 19 de noviembre asistimos a las XVI Jornadas de Fomento  de la Investigación que tuvieron lugar en la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de la Universidad Jaume I (UJI) de Castellón.
En estas jornadas se convocan todos los años con el objetivo de fomentar la actividad investigadora del estudiantado y facilitar la posible integración posterior en grupos de investigación.
Las jornadas de este año se estructuraron en dos partes: una primera de ámbito general en la cual se presentaron aspectos generales de la investigación y de la formación de posgrado y una segunda parte que trató de aspectos temáticos relacionados con las titulaciones y másteres que se imparten en la facultad.
En primer lugar y para poder participar, mandamos el abstract de la publicación a presentar y por supuesto, ésta tenía que contemplar algún tipo de investigación. Una vez aceptada la solicitud, preparamos la ponencia para defender la publicación dentro de la temática correspondiente (en nuestro caso fue EDUCACIÓN).
¡En la teoría todo suena muy bien! Investigamos, un congreso, una publicación… pero en la práctica solo un profesor difundió esta información entre los estudiantes del Grado en Magisterio en Primaria y consecuentemente, la participación no fue muy numerosa. De 90 alumnos que somos en el grupo, sólo participamos 10. ¡Una lástima!
Además de esta vía de información, recibí un correo electrónico de otro profesor animándome a publicar  parte de una memoria histórica que había realizado el año anterior y así lo hice, presenté (junto a Miguel Àngel Martí) un artículo sobre la escuela rural de mi BENAFIGOS.
Para situaros en materia, el primer apartado de la publicación lo utilizamos para informar a los lectores (y a los allí presentes) sobre la ubicación de este pequeño pueblo y empezamos la ponencia con un pequeño dicho que nos persigue: “Benafigos, pocos y mal avenidos”, pero remarcando que en la actualidad somos muchos y todos somos muy amigos.
A principios de siglo XX, Benafigos disponía de una escuela unitaria de niños y una escuela unitaria de niñas y posteriormente se abrió una de párvulos. Por lo tanto, los niños y niñas de pueblo podían disfrutar de la educación en las escuelas que tenían, pero ¿qué sucedía con los niños de las familias que vivían en las masías? En aquella época, todas las masías del término municipal del Benafigos estaban habitadas y en ellas vivían familias enteras que eran entendidas como unidades productivas. De este modo, el oficio del masover contemplaba un amplio conjunto de tareas que eran repartidas entre todos los miembros de la familia. Su mayor ventaja era que tenían los trabajos a la puerta de casa, sin embargo vivían alejados del pueblo, siendo imposible desplazarse todos los días al núcleo urbano.
Así, el ayuntamiento de Benafigos decidió abrir una escuela rural donde pudieran acudir todos estos niños y niñas, y fue el año 1955 cuando la escuela de l’Olivera abrió sus puertas. Se trataba de una escuela activa, socializadora y sobre todo vinculada al mundo en el cual se encontraba. El maestro o maestra rural, además de enseñar cómo era la vida, tenía que saber cómo vivían estas familias y conocer el medio donde se llevaba a cabo la educación.
Para poder escribir sobre todo esto, además de documentarnos, realizamos  entrevistas a personas del pueblo que vivieron o conocieron de cerca esta experiencia, pues inicialmente el trabajo era una historia de vida.
El artículo no podemos compartirlo todavía pues está a la espera de ser publicado, pero si ponemos a vuestra disposición la presentación y también el video de lo que fue la ponencia.


En este video (está en dos fascículos) podréis ver aquello que expliqué y además las aportaciones de los protagonistas reales: aquellas personas que vivieron la escuela de la Olivera.




Así, me pregunto ¿por qué ha desaparecido una escuela que realmente funcionaba? Como bien comparte doña Aurora, la educación era tan fácil porque todos sus alumnos estaban entusiasmados por aprender y por dicho motivo, la tarea del docente era muy agradable. Esto es totalmente contradictorio con la situación actual. Ahora se alegran si un día el profesor o profesora no acude a clase por el motivo que sea, hay que decirles continuamente que atiendan, que callen o que se comporten como es debido. No tienen un saber estar en el aula, no están motivados, no quieren aprender y consecuentemente no muestran ningún tipo de interés ¿Qué ha sucedido desde 1956 a 2011? Sí, los años han pasado, pero ¿son suficientes años para que la educación haya cambiado tanto? Probablemente, nuestro alumnado haya tenido siempre todo lo que ha deseado y no sea capaz de valorar el gran esfuerzo que realmente hay que hacer para conseguir las cosas. Con esto tampoco quiero decir que tengamos que volver a las cavernas y salir a cazar todos los días, pero si hacerles ver y reflexionar sobre el bien que es la EDUCACIÓN y el poco jugo que le están sacando.

A título personal, quiero agradecer a todas las personas que de forma desinteresada nos ayudaron en la elaboración de este artículo (y en la historia de vida), ya fuese mediante entrevistas, cuestionarios,  material didáctico (libros, libretas, fotos…), los documentos antiguos, correcciones del artículo, etc.

A todos: ¡MUCHAS GRACIAS!

Finalmente, espero que a través de esta entrada y el posterior artículo podáis aprender un poco más sobre aquello que fue la educación en Benafigos, ahora tristemente desaparecida.

2 comentarios:

  1. A mí me ha parecido muy interesante y creo que vale la pena que lo hayas publicado aquí. Es una mirada al pasado que nos hace reflexionar. Gracias.

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  2. ¡Muchas gracias Toni! Publiqué la entrada muy ilusionada y al final no pude cargar el video porque era demasiado pesado. Ahora lo subiré al youTube y lo adjuntaré rápidamente.
    Como ya comenté, lo que más me sorprendió fue el cambio que ha dado la educación. Ahora los alumnos de la ESO no tienen ningún interés por los estudios, en cambio en el pasado todo era motivación y ganas de aprender.

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