jueves, 5 de abril de 2012

¿Por qué no compartimos con el resto del mundo?

Hace tiempo decidí hacer un curso de animación juvenil como una herramienta más en mi formación de docente. Los primeros días fueron un poco difíciles, ya que no conocía a nadie y además se realizaba los sábados (¡todo el día!). El primer día tuvimos que cantar, bailar, expresar nuestros sentimientos… pero con el paso de los días toda la vergüenza hacia unos extraños se transformo en compañerismo, risas y diversión.
Cómo ya he dicho en las primeras líneas, además de adquirir estrategias (ya aplicadas con mis alumnos de secundaria), conocí bellísimas personas y de todas ellas aprendí infinidad de cosas. Como es normal, en un grupo de 35 personas no existe la misma afinidad con todas, pero si me llevo conmigo al pequeño círculo del café y a las compis de coche.


Con todo esto lo que quería introducir es que el mundo es muy pequeño y la vida me llevó a conocer una gran persona: ANA PÉREZ. Si tuviera que definir a Ana con una palabra lo tendría muy complicado, pero probablemente me quedaría con CREADORA (además de buena persona) pues todo lo que pasaba por sus manos era creativo e innovador, ya fueran canciones, actividades, juegos…  Además del curso, Ana y yo teníamos una cosa en común: las dos éramos estudiantes de magisterio, ella del plan antiguo y yo del grado. Así un día hablando de la asignatura de “Nuevas Tecnologías” me dijo que tenía un blog y conociéndola pensé: Tiene que ser bueno y efectivamente no me equivoqué. Además de interesantes reflexiones también encontré excelentes creaciones. Para que todos podáis entender lo que estoy explicando os animo a consultar su blog en la siguiente dirección:
a

Para mí,  su gran creación (además de su hija) es la que a continuación podéis ver:


Otra actividad que también me gustó mucho fue una que les propuso JORDI ADELL en la que tenían que contar un día de su vida. Ana eligió contarlo a través de sus pies y como ella dice es impensable la información que esta parte de nuestro cuerpo puede llegar de transmitir. Así, pensé ¿por qué no compartir con el mundo un día cualquiera… de mi vida? El día que elegí fue el jueves porque es un día bastante completo en el que cambio bastante mi rol. Empiezo el día siendo esposa, conductora, profesora, educadora, hija, estudiante, compañera, amiga… y finalmente entro en coma profundo hasta que vuelve a sonar el despertador.
¡Espero que os guste!



Finalmente, me gustaría resaltar la grandeza de ANA como persona y darle las gracias por compartir su talento con el mundo. ¡No cambies!

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